Vía Férrea
La vía férrea,
denominada también línea férrea o ferrocarril, es "la parte de la
infraestructura ferroviaria que une dos puntos determinados del territorio y
que está integrada por los siguientes elementos: plataforma de la vía, superestructura,
como carriles y contracarriles, traviesas y material de sujeción, obras civiles
como puentes, viaductos y túneles, e instalaciones de electrificación, de
señalización y seguridad y de telecomunicación de la vía, caminos de servicio,
y los elementos que permiten el alumbrado"
Para construir
una vía férrea, es necesario realizar movimientos de tierra y obras
complementarias (puentes, alcantarillas, muros de contención, drenajes, etc.).
Ferrocarril Trasandino
El Ferrocarril
Transandino es la principal línea férrea de Ecuador ahora conocido como Tren
Ecuador. Conecta las dos ciudades más grandes del país: Guayaquil, el puerto
fluvial principal, con Quito, la capital; tiene una extensión de 452 km.
La construcción
del ferrocarril, también conocido como Ferrocarril del Sur, se inició en 1872,
durante la segunda presidencia de Gabriel García Moreno. La primera locomotora
rodó el 18 de julio de 1873 desde la estación de Yaguachi; al año siguiente, el
1 de mayo, empezó a funcionar el primer servicio regular, entre Yaguachi y
Milagro, ambas poblaciones de la provincia del Guayas. Después de años de pocos
avances, la construcción se aceleró cuando el general Eloy Alfaro llegó a la
presidencia en 1895.
Este presidente
se propuso retomar y llevar a término el viejo proyecto del ferrocarril del
puerto de Guayaquil a Quito. Pero había una tenaz campaña de oposición
protagonizada tanto por conservadores como por liberales. Mucha gente de aquel
tiempo pensó que los Andes no se podrían conquistar por medio del ferrocarril.
En 1905, el
ferrocarril llegó a Riobamba, en la Región Interandina del Ecuador. Mientras se
alcanzaba el objetivo final, el ferrocarril prestaba servicios al público en
sus tramos ya terminados. Desde Riobamba, la construcción fue más fácil. Se
llegó al punto más alto de Ruta Urbina (3604 metros) a finales de 1905. El
júbilo por la llegada del ferrocarril estalló en Quito el 25 de junio de 1908
cuando arribó la locomotora n° 8 conducida por el maquinista Arturo Munizaga.
El ferrocarril era una realidad. El arzobispo de Quito, Federico González
Suárez, envió un telegrama al presidente Eloy Alfaro reconociendo su esfuerzo y
la importancia de su obra. Temporalmente, desaparecieron todo tipo de
rivalidades políticas.
Decadencia
La construcción
de importantes redes de carreteras que se efectuaron entre los años 1950 a
1980, el incremento del parque automotor y la operación de rutas aéreas entre
las principales ciudades del país, fueron relegando la importancia del
ferrocarril como medio de transporte nacional. Durante la presidencia de
Rodrigo Borja Cevallos se adquirieron locomotoras electrodiesel, acción que
constituyó el último impulso para los ferrocarriles ecuatorianos. A partir de
ese momento, la Empresa Nacional de Ferrocarriles Ecuatorianos fue abandonada a
su suerte, cuestión que se tradujo en el rápido deterioro de las vías férreas,
el abandono de las instalaciones ferroviarias y destrucción del material
rodante.
Rehabilitación
En el año 2007,
el presidente Rafael Correa Delgado, tomó como decisión estratégica la
rehabilitación del ferrocarril ecuatoriano, con el objetivo de recuperar el
patrimonio cultural e histórico del país, y con la estrategia de orientar los
servicios ferroviarios hacia el turismo, como parte del cambio de la matriz productiva
del país.
La recuperación
del ferrocarril ecuatoriano se enmarcó en la restauración de todas sus antiguas
Estaciones y reorientar la modalidad de transporte de masa a atracción
turística, con el fin de evidenciar los pisos climáticos, la flora y fauna de
las regiones del Ecuador, los viejos y auténticos pueblos que van de la Costa
al Páramo.
Es por este
motivo que se ejecutaron trabajos desde la estación Sibambe hasta Bucay (un
nuevo túnel de 846 metros de longitud) a un costo de $ 4’967.836 desde abril
del 2010. A la par, se ejecutaron trabajos sobre el trazado antiguo del tren
para volver a conectar las ciudades de Ambato, en Tungurahua, y Riobamba, en
Chimborazo, a lo largo de 74 km. El consorcio Comsa-Ripconciv fue contratado
por Ferrocarriles del Ecuador Empresa Pública (FEEP) para que rehabilite este
trayecto a un costo de $ 24’022.389. La obra empezó en enero de 2011. En otro
contrato se licitó la rehabilitación del tramo entre Riobamba y Palmira, en
Chimborazo (67 km), labores que fueron adjudicadas a la Asociación
Edeconsa-Ingeral a un costo de $ 18’215.927.
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